La nueva cocina

Antes que nada, está es una reflexión personal y sin ánimo de degradar a ninguna corriente culinaria que a mi otra cosa no, pero comer...

Total, que estabamos unas amigas y yo el otro día practicando el deporte nacional por excelencia: ir de tapas, y hablando de todo un poco surgió el tema de la nueva cocina.

Mientras degustábamos manjares de lo más simples (no por ello menos sabrosos) como patatas fritas con bacon, minisangüich vegetal, aceitunas, mejillones... y demás, comentábamos las excentricidades y rarezas de las recetas de los cocineros más exitosos del panorama nacional como Arzak, Arguiñano y Ferrán Adriá.

Una de mis amigas mencionó entonces que había visto postres aderezados con oro en polvo o pan de oro.
Esto nos llevo a debatir y filosofar durante un rato (cosas de la educación universitaria, que para encontrar trabajo no vale pero te abre la mente cosa mala!) y yo planteé la cuestión de si el oro era absorbido por el organismo o "salía" de él tal cuál entró.
A continuación vinieron varios chascarrillos sobre una versión de retrete de la "fiebre del oro" (... educación universitaria), más vinos, más tapas y más temas de conversación.

Pero, el caso es que yo soy mujer reflexiva (... por supuesto, la educación universitaria.. y algo de genética también) y , ya en casa, mientras me lavaba los dientes, el tema volvió a mi mente con sigilo.
Y me vino a la memoria un término que escuché mucho durante mi infancia-adolescencia, en los 90, el "golfield".
Se escribe así, pero se lee "golfil", igual que si fuese "goldfilled".
Nunca he sabido lo que es el Golfield, pero por como sonaba yo siempre he pensado que es una pieza de joyería que lleva algo de oro por dentro.
Tras un par de simples silogismos me surgió una duda importante:
- Si te comes uno de esos postres con láminas de oro, suponiéndo que el cuerpo no lo asimile... ¿cagarías Golfield?
... el debate sigue abierto....